jueves, 9 de julio de 2009

Viento fresco



Hace unos meses, bastantes ya por cierto, que se abrió la ventana de mi casa y dejó entrar un suave viento fresco. Acarició mi cara y suavizó el calor que llevaba en mi alma. Me dejó allí pensativa, por primera vez en mi vida, paralizada; me hacía descubrir que la vida podia tener sentido mas allá del puro hecho de vivir; intenté cerrar la ventana, por que a veces da miedo sentir. Pero.., el viento de nuevo la abrió, golpeó tan fuerte que hizo retumbar los cimientos de mi propia existencia, y suave, siempre muy suave, se fue instalando dentro, cada dia más dentro de mi. Y allí se quedó, sin forma, sin contenidos, solo siendo viento. Me acostumbré a vivir así poseida po suaves movimientos de la brisa, me resistia pero me gustaba.....
Se que algún día al fin yo también aprenderé a ser viento

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