viernes, 21 de mayo de 2010

Tan reconfortante como...


Un gesto de cariño puede ser tan suave como la seda, tan cálido como el terciopelo rojo y tan reconfortante como el beber agua de una fuente fresca, sobretodo si quien bebe tiene sed...

Cuando existe esa gratuidad en el calor de las personas a veces tendemos a desconcertamos y pensamos, algo trama quien da ese calor, ese cariño.

Si lo pensamos menos, nos dariamos cuenta lo que nos trae esa reclusión humana por defendernos, y que si te desprovees de armaduras innecesarias no perderas un respiro, un mimo, un gesto de amor, y el que espera cosa tramada nunca sabrá lo que se ha perdido al no poder vivir ese momento.