Tu boca se me aparece en sueños. Cruzamos una calle de noche, con coches en dos direcciones, poco trafico pero pasan rápido.
De repente, en medio de la calle medio oscura y recién regada, me olvido de todo y me encuentro ante ti, con tus labios delante de mía. Me acerco, las cosas se han detenido, no hay tiempo, no hay sonidos, no hay nada y mi boca se acerca a la tuya y mis labios se acercan a los tuyos, no me lo puedo creer no te mueves.
Y entonces, mis labios encuentran a los tuyos. Tienen tu calor y tu frío, son suaves, esponjosos, delicados, sabrosos, ácidos, perfumados y tanto tiempo deseados, que te beso casi por etapas, cada vez mas intenso, comienzan como un cuchicheo y se estiran sobre tu boca y se encuentran y se buscan y se vuelven a encontrar y nada existe mas allá de nuestros besos que se alargan, que se encuentran, que se celebran, que se reconocen.
Y las bocas se encuentran y entonces las puntas de las lenguas se resbalan la una sobre la otra, como las olas del mar, y se erizan, y se vuelven abrigo y se convierten en refugio y se vuelven chocolate…
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